Instrucciones de cuidado
El cuidado adecuado del cristal puede garantizar que disfrutes de tus piezas por mucho tiempo.
Básicamente, tanto el lavado a máquina como el lavado suave a mano son adecuados para todos nuestros productos aptos para lavavajillas. Para aquellos que no lo son, se recomienda lavar las piezas exclusivamente a mano para garantizar su conservación y durabilidad.
La ventaja del lavavajillas es que elimina la necesidad del fajinado manual, que es la causa más frecuente de rotura del cristal. Es fundamental utilizar exclusivamente programas para cristalería y ajustar de manera óptima la temperatura, la dureza del agua y los productos de limpieza para evitar la corrosión del cristal.
El lavado a mano, por supuesto, es el método químicamente más suave de limpieza. Sin embargo, se debe prestar mayor atención para evitar el riesgo de roturas. Nunca se debe sujetar la copa únicamente por el tallo o la base; en su lugar, se la debe sostener suavemente por el cáliz, de manera que el tallo quede entre el dedo índice y medio.
Lavado en lavavajillas
Todos nuestros productos que incluyen este símbolo en la caja o que lo especifican en su descripción son aptos para lavavajillas, siempre que se sigan estas recomendaciones:
Asegurate de realizar el mantenimiento regular de tu lavavajillas según las indicaciones del fabricante y ajustar correctamente la dureza del agua.
Dependiendo de la calidad del agua, se recomienda suavización parcial o desmineralización total. Añadir sal regularmente ayuda a prevenir manchas de cal si el agua es dura.
El agua demasiado blanda puede desgastar el cristal, por lo que se sugiere ajustar el suavizador de agua entre 3 y 8 grados de dureza y aumentar ligeramente el abrillantador (sin excederse).
Utilizar detergentes y abrillantadores de fabricantes de calidad, con un pH neutro y sin olor fuerte. Evitar detergentes sin fosfatos, ya que los sustitutos suelen ser más agresivos.
Colocar las piezas cuidadosamente para evitar que estén en contacto entre sí o con otros objetos. No apilar las piezas.
Lavar la cristalería en una posición ligeramente inclinada. Esto mejora el efecto de enjuague y permite que el agua escurra más fácilmente desde las cavidades de los tallos de las copas.
Utilizar ciclos delicados o específicos para cristal con temperaturas no superiores a 55°C para minimizar el riesgo de corrosión.
Abrir la puerta del lavavajillas al final del ciclo para liberar el vapor y deja enfriar las piezas lentamente antes de retirarlas. Un enfriamiento brusco somete al cristal a tensiones que pueden comprometer la durabilidad a futuro de la pieza.
Lavado a mano
El lavado a mano es una alternativa más suave para el cristal delicado. Seguí estas indicaciones para un lavado óptimo:
Lavar con agua tibia y un detergente suave en pequeñas cantidades.
Sujetar la copa por el cáliz, colocando el tallo entre los dedos índice y medio.
Evitar aplicar presión excesiva dentro del cáliz con esponjas o cepillos. Usar solo esponjas suaves (no abrasivas) para evitar rayones.
Realizar un enjuague final con agua tibia para eliminar residuos de detergente.
Secado y fajinado
El secado y fajinado adecuado evita roturas y mejora el brillo y la transparencia del cristal, eliminando marcas de agua y huellas dactilares:
Colocar las piezas sobre un paño limpio para secarlas.
Utilizar un paño sin pelusa para pulir, asegurándote de que no haya sido tratado con suavizantes o almidones. (Recomendamos utilizar los paños fajinadores 100% de algodón de tejido apretado para que no libere pelusa).
Secar primero la base y luego el cáliz, evitando girar la base y el cáliz en direcciones opuestas para no provocar torsiones en la pieza que resulten en roturas.
Secar desde el interior hacia el exterior para un acabado impecable.
Limpieza de decantadores y jarras
Para limpiar correctamente tu decantador o jarra, te recomendamos hacer lo siguiente:
Enjuagar a fondo después de cada uso, primero con agua tibia y luego con agua fría.
Si quedan pequeños residuos, pueden eliminarse con un cepillo de esponja largo y flexible junto con agua tibia. Si el cepillo llega a todas las áreas, se puede evitar el uso de detergentes.
Dejarlo escurrir boca abajo levemente inclinado sobre un soporte
Datos importantes del cristal
El cristal envejece con el tiempo, haciéndose más propenso a la corrosión. Para ralentizar este proceso, seguí estas recomendaciones de cuidado:
El agua blanda, aunque no deja residuos visibles, puede desgastar el cristal más rápidamente que el agua dura.
Usá detergentes con moderación.
El lavado a mano prolonga la vida útil de las piezas.
La mayoría de nuestros productos están diseñados para ser aptos lavavajillas, aunque siempre es mejor seguir los cuidados descriptos anteriormente para disfrutar de ellos por más tiempo.
Mantené estos cuidados en mente para preservar la belleza y funcionalidad de tus piezas de cristal Krosno.